miércoles, 20 de julio de 2011


Por lo general, cuando surge la idea de establecer una empresa restaurantera, solamente se tiene en cuenta el monto de la inversión, pues se le considera un negocio que no requiere mayores conocimien-tos; sin embargo, durante las actividades de apertura y, más tarde, en el periodo de operación, se comprende la magnitud real de la proble¬mática del restaurante y lo que inicialmente se creía sencillo, se vuel¬ve complejo. Desafortunadamente, resulta una experiencia dolorosa cuando la empresa se encuentra en una posición financiera raquítica, derivada del desconocimiento del giro, de la actividad comercial o del mercado.

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